Add parallel Print Page Options

Si ella no agrada a su señor, quien la había destinado para sí mismo, él ha de permitir que ella sea rescatada. No tendrá derecho de venderla a un pueblo extranjero, por haberla decepcionado. Pero si la ha destinado para su hijo, hará con ella como se acostumbra hacer con las hijas. 10 Si él toma para sí otra mujer, a la primera no le disminuirá su alimento, ni su vestido, ni su derecho conyugal.

Read full chapter